La palabra AKASHA viene del sánscrito, se utiliza para designar un plano de la consciencia cósmica que actúa como archivo, en el cual se graban o registran todos los eventos, situaciones, pensamientos, emociones y acciones de un ser.

Allí está registrada toda la historia del planeta, así como la de cada uno de nosotros. Se halla escrito tanto el propósito de la vida, como el programa de nuestro destino futuro, según nuestro karma o aprendizaje.

El karma es un conflicto creado en esta y/u otra encarnación, pendiente de resolver. Cada vez es más frecuente que en la sanación o terapias alternativas se relacionen los conflictos personales profundos con temas kármicos que se manifiestan en el presente en cualquier apartado de la vida, obstaculizando nuestra evolución.

En nuestro karma están muchas veces los inicios de nuestras dificultades en el presente y se manifiestan de mil maneras: la imposibilidad de tener hijos, la infelicidad, falta de cariño, bloqueos en el área social, económica, laboral, familiar, de pareja, etc.

A lo largo de la rueda de encarnaciones todos hemos sido hombre y mujer en muchas ocasiones.
Hemos hecho votos de pobreza, de castidad, de obediencia. También hemos sido ateos, villanos, bandoleros, ladrones, huérfanos, etc., con lo cual, nuestra alma tiene conexión con cientos de experiencias, de informaciones pendientes de sanar, y esta falta de orden nos influye en el presente.

Nuestros conflictos como, por ejemplo, miedos, fobias, sensaciones irracionales, patrones de conducta repetitivos, son la consecuencia de estas vivencias pasadas.

Desde los Registros Akáshicos puedes acceder a tus ‘memorias’ para identificarlas y poder sanarlas.

¿En qué puede ayudar acceder a mis Registros?

Seguramente que si te preguntan cuál es el dolor más profundo que tienes te costaría definirlo y concretarlo. Porque realmente tenemos muchos dolores acumulados, ya que no los sanamos.

Una de las grandes incógnitas del ser humano es cómo liberarse del dolor, la mayoría de personas no saben ni si quiera que lo tienen guardado en su interior, pero sí llevan su peso.

Definamos que es dolor: La rabia es un dolor, el miedo es un dolor, la ira es un dolor, la baja autoestima es un dolor, el rencor es un dolor, la tristeza es un dolor, los celos son un dolor, el miedo a no tener o a perder es un dolor, el miedo a no tener pareja es un dolor, el miedo a no tener hijos es un dolor, la sensación o el sentimiento de ser un fracasado es un dolor, el sentimiento de falta de dulzura, cariño, amor, o el sentirse rechazado es un dolor.....etc.

En principio estas emociones, sentimientos y sensaciones no las tenemos definidas como un dolor por lo tanto no las tratamos desde el enfoque de un dolor, y aquí radica una de las principales causas porque no les prestamos la atención que requieren para sanarlos y por lo tanto se reproducen cada vez que hay algo que nos lo recuerda o nos hace de espejo.

¿Cómo llevar a cabo la sanación de un dolor?

Primero hay que reconocer el dolor y sus orígenes.

¿Cómo se encuentra el origen de un dolor?

Una de las maneras es entrando en los Registros Akáshicos y para ello tenemos dos opciones:

1) Recibir una lectura de Registros Akáshicos: una lectura nos aportará información trascendental sobre nuestra vida y por lo tanto nos pondrá delante un tema, una situación, una vivencia un bloqueo, un dolor, a sanar, desbloquear con lo cual abriremos un camino hacia lo que hay que sanar, una clave hacia la solución, a la vez nos será muy útil para reconocer nuestras cualidades, virtudes, dones que al reconocerlos los utilizaremos con conciencia.

2) Formarte como lector de Registros Akáshicos: la formación es todo un viaje del despertar de la consciencia, una gran SANACIÓN, una gran TRANSFORMACIÓN, y un gran APRENDIZAJE, ser un buen lector de registros es un privilegio, es ser sumamente afortunad@ ya que tu transformación esta en tus manos.